La población de Mercosur ha sido tratada como ciudadanos de segunda clase, víctimas de la violencia química por estar siendo envenenados con pesticidas prohibidos en Europa — y este escenario puede agravarse si se cierra el acuerdo comercial que reduce un 90% las tarifas sobre pesticidas. Estas son algunas conclusiones del nuevo estudio de la investigadora de la Universidad de São Paulo (USP) Larissa Bombardi. Conclusiones tan graves que las amenazas en su contra, quien ya hacía denuncias sobre el uso de agrotóxicos, se intensificaron, lo que causó el abandono del país.
“No me sentía segura para exponer este trabajo viviendo en Brasil, porque sé que se involucra directamente con la estructura central de esta sociedad y del gobierno”, dijo.
Un atlas inédito de la investigadora muestra como Brasil exporta bienes básicos como alimentos y productos de minería, mientras importa tecnologías avanzadas de Europa. Y el estudio de la investigadora Larissa Bombardi, al cual tuvieron acceso la Agência Pública y Repórter Brasil, muestra que lo que ella llama “neocolonialismo europeo” ganará aún más fuerza en caso de que se ratifique el Acuerdo de Asociación entre Mercosur y la Unión Europea.
El atlas “Geografía de la asimetría: el círculo vicioso de los pesticidas y colonialismo en la relación comercial entre Mercosur y la Unión Europea” fue presentado por la investigadora al Parlamento Europeo el mes pasado. El trabajo revela los principales prejuicios que el acuerdo traerá para los países de Mercosur: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Entre ellos, la expiación de la frontera agrícola, con propiedades agropecuarias que ingresan, principalmente, al área de la selva amazónica.
El acuerdo comercial entre los dos bloques está en fase de ratificación, Si se concluye, el tratado eliminará las tarifas de importación para más de 90% de los productos y creará una de las mayores áreas de libre comercio del planeta. Juntos, los dos bloques representan alrededor del 25% de la economía mundial y un mercado de 780 millones de personas.
Y quien más ganará será el sector agropecuario. Productos como el café y el tabaco tendrán sus tarifas eliminadas totalmente, lo que aumentará aún más la exportación brasilera para el bloque europeo que en el 2018 llegó a US$14 billones solo en productos agropecuarios.
“La tendencia es reforzar aún más un panorama que ya está elevado: si se exportará más soja, café y madera el impacto ambiental será aún mayor”, explicó Larissa en la entrevista. “Por ejemplo, el aumento de la producción de soja se ha dado con el aumento del área, y es evidente que si hay demanda para más producción agropecuaria, tendremos avances sobre áreas que no estaban siendo utilizadas para el cultivo”.
Según Larissa Bombardi, el acuerdo solo será beneficioso para una pequeña parte de la sociedad brasileña. “No es un acuerdo pensado para superar desigualdades, para acabar la esclavitud o el uso de agrotóxicos”, explica.
Dejando Brasil
El atlas fue presentado al Parlamento Europeo el día 11 de mayo. Poco más de un mes antes de lanzar el trabajo, la profesora Larissa Bombardi tuvo que dejar Brasil. Desde el 2019, cuando lanzó otro estudio relacionando el uso de agrotóxicos en Brasil con la Unión Europea, la investigadora pasó a ser intimidada por las críticas a su trabajo.
“No tenía la seguridad para lanzar el trabajo estando en Brasil, porque sé que este se involucra directamente con la estructura central de esta sociedad y del gobierno”. Contó la investigadora en el informe.
Larissa fue perseguida en las redes sociales por defensores de la agroindustria, incluso llegó a recibir indicaciones de movimientos sociales para que evitara ir por el mismo camino, que altera horarios y rutina para protegerse de posibles ataques de los sectores económicos involucrados en el tema de pesticidas.
Desde abril, Larissa está viviendo en Bélgica, lugar en el que continúa estudiando y garantizando que no dejará de investigar y publicar trabajos sobre el uso de agrotóxicos en Brasil.
Consulte el atlas completo, disponible solo en inglés.
Asimetría y daños a la salud
En el 2018, los 31 países del bloque europeo exportaron 41 billones de euros en bienes para Mercosur. En el mismo período, Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay juntos exportaron 43 billones para la Unión Europea, siendo Brasil responsable del 70% del total.
Sin embargo, Larissa Bombardi apunta hacia lo que ella llama “asimetría”: las naciones ricas exportan productos industrializados y de tecnología avanzada, y los países pobres exportan bienes básicos como alimentos y productos de minería. Hasta hoy, continuamos reproduciendo el modelo colonial establecido hace 500 años”.
Para producir productos básicos para los países más desarrollados, Mercosur invirtió en expansión de áreas agrícolas y en pesticidas. Según datos del atlas, mientras el cultivo de soja aumentó un 53,95% entre 2010 y 2019 en Brasil, el uso de agrotóxicos creció un 71,46% en el mismo período. El área utilizada para el cultivo solo de soja en Mercosur hoy es equivalente al territorio total de Francia, tercer país más grande del continente europeo.
El profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia (UnB) Alcides Costas Vaz explica que la relación entre el crecimiento del área de plantación y el aumento de la producción agrícola no es una regla. “Desde los años 90, el mundo recorrió el camino de la productividad agrícola. Pero la concepción de agricultura brasileña aún continúa siendo de expansión de la frontera agrícola”, explica.
El atlas de la investigadora Larissa Bombardi señala también las consecuencias directas sobre la salud que el “neocolonialismo” le produce a los pueblos suramericanos. Larissa explica que las excolonias europeas, que ya han obtenido sus riquezas naturales saqueándolas, pasan ahora por otra fase de colonialismo. “Las poblaciones de los países de Mercosur sufren, en gran medida, una clase de violencia química, evidenciándose por el gran número de personas envenenadas por sustancias desarrolladas y frecuentemente vendidas por países de la Unión Europea”, explica.
En el 2019, Argentina registró 171 casos de intoxicación por pesticidas usados en la agricultura. En los años 2012, 2015 y 2017, la cantidad de personas que sufrieron intoxicaciones por agrotóxicos en Uruguay llegó a 776. Solo en el 2016, Paraguay registró 1330 personas intoxicadas con pesticidas.
En Brasil, el número de intoxicados es de casi 30 mil entre 2010 e 2019, según un informe exclusivo de la Agência Pública y de Repórter Brasil.
Algunas de las principales empresas productoras de agrotóxicos, como Basf, Bayer y Syngenta, tienen su sede en países europeos. Estas ganan billones vendiéndoles productos prohibidos en Europa a países con legislaciones más flexibles, como Brasil. De acuerdo con datos recogidos por Larissa para el atlas, en el 2018 y 2019, la Unión Europea exportó a Mercosur casi 7 millones de kilos de agrotóxicos prohibidos en territorios europeos.
Si el acuerdo comercial se concluye, las tarifas en los productos químicos, como pesticidas, serán reducidas hasta un 90%. Lo que favorece a las industrias químicas de Europa.
Larissa explica que gran parte de los agrotóxicos prohibidos en la Unión Europea saldrán del mercado por estar vinculados a graves problemas en la salud, como cáncer, malformaciones fetales y alteraciones hormonales. La exportación de estos productos, para ella, es un aspecto más de relaciones asimétricas entre los dos bloques comerciales, que afectan negativamente la salud y el medio ambiente de los países de Mercosur.
“Esta doble intencionalidad equivale a un acuerdo tácito de que los países de Mercosur son “ciudadanos de segunda clase”, puesto que se admite que sean expuestos a sustancias no toleradas en la Unión Europea”, explica la investigadora en su trabajo.
Incluso la cantidad máxima de residuos agrotóxicos permitidos en los alimentos y en el agua es diferente en los dos bloques económicos. Larissa Bombardi recopiló algunos límites estipulados por los cuatro países miembros de Mercosur y los de la comisión Europea.
El café brasilero, por ejemplo, puede tener hasta diez veces más Glifosato del permitido en Europa. En cuanto a la soja argentina, puede tener veinte veces más Clorotalonil que la europea. En cuanto a la soja brasileña tiene un límite cincuenta veces mayor que en Europa para ese producto, la de Uruguay y Paraguay tienen un límite cien veces mayor.
De esta manera, Europa va a acabar importando productos con niveles superiores al que permiten en sus fronteras, alerta la investigadora.
De acuerdo con CropLife, asociación que representa las empresas productoras de agrotóxicos como Basf, Bayer, Corteva, FMC y Syngenta, el incumplimiento de los límites de residuos en países de Mercosur y de la Unión Europea ocurre debido a la diferencia en el manejo de un mismo cultivo en diferentes países. “Cuando no se observa el uso del producto en la región, se adopta un valor mínimo (por defecto), en general muy bajo. En el caso de cultivos como la soja (inexpresiva en Europa) y el café (no producido en países europeos)”, informó en la nota.
“Los LMRs pueden, también, caracterizar una forma de barrera al comercio, cuando están establecidos en niveles excesivamente bajos y sin soportes técnicos. Es importante resaltar que el LMR es un parámetro agronómico, no toxicológico. El hecho de que un agroquímico sea alto o bajo no tiene ninguna implicación directa sobre el riesgo en el consumo del alimento”, agregó la asociación.
Más agrotóxicos y más deforestación en la Amazonía
Junto con el avance del área agrícola, crece también el uso de agrotóxicos. El atlas tiene mapas que muestran el crecimiento en el número de propiedades agrícolas que usan agrotóxicos en la región amazónica brasileña y como, en el mismo período, esa región presentó un crecimiento en la deforestación. “Los municipios que más aumentaron el uso de agrotóxicos están en el arco de la deforestación en el Amazonía, es muy evidente lo que acontecerá si el acuerdo es firmado: este crecimiento continuará.” Explica Larissa.
Y la Amazonía es un tema especialmente importante para el acuerdo comercial. Una de las cláusulas del tratado exigía medidas eficaces de protección ambiental en consistencia con el acuerdo de París sobre los cambios climáticos. Desde la crisis de incendios en el Amazonas en el 2019, Austria, Alemania, Francia, Irlanda y Luxemburgo se mostraron en desacuerdo con la ratificación del acuerdo.
“Diversos estudios muestran que la agricultura tiene un impacto importante sobre el clima. El que afecta a países como Brasil, donde las principales emisiones de carbono son producidas por los incendios. Con esto, varios países europeos, liderados por Francia, afirman que no hay oportunidad de la ratificación del acuerdo mientras Brasil mantenga las posturas hasta ahora, mostradas en relación a las políticas sobre el medio ambiente”, dice el investigador y profesor Alcides Costa Vaz.
CropLife Brasil está en desacuerdo con el resultado del trabajo presentado por la investigadora de la USP. “La agropecuaria, como cualquier actividad que interfiere en el medio ambiente, se ha empeñado en buscar soluciones que mitiguen sus impactos. Una reacción evidente es la creciente adopción de prácticas conservadoras de los agricultores, como plantación directa, manejo integral de plagas, tecnologías de aplicación de los insumos y agricultura de precisión. En el caso de los pesticidas. Por ejemplo, son notables los avances en la búsqueda de moléculas más específicas, fomentado por la estricta reglamentación en todo el mundo, y la acelerado incorporación de otras formas de control de plagas y enfermedades que se relacionan al uso de productos químicos”, dice la asociación en el informe.
En relación a la deforestación ilegal, CropLife dice que “hay un consenso entre especialistas el cual su avance no está relacionado a la expansión agrícola ya que la producción comercial no necesita ni tiene incentivos para crecer sobre las áreas nativas”. Vea la respuesta completa de CropLife.